Quizá las mentiras en los sueños se transformen en hechos.
Hoy me encuentro
en los ojos
de los ciegos,
aunque no reconozco,
los deshechos
de aquellos recuerdos
tan rotos.
Y tú imponente;
gran figura,
rostro de ternura,
ante mi asombro
te llevas el miedo,
pero no la amargura
de aquellos momentos
que ya no atesoro.
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