miércoles, 14 de marzo de 2018

Cerveza


Si por ti muero, prefiero dejarte y vivir.



No pensé que mi cuerpo acabaría astillado, y tan fracturado que el corazón tembase tanto que terminó menguando, que por pensar, no pienso nada, y por sentir; lo siento mucho.
Yo pensaba "No quiero que nada me ancle" y ultimé todo tanto que quizás zanjé la situación parando, adelantando mi reloj tres cuartos. Rematé transparente, límpida, llevando un terciopelo bermejo más sutil que cualquier prenda y más elegante que todas las noches.
Los pulmones como mis ojos, expiran con cualquier suspiro y finan con tanta tristeza, se regocijan y bañan en copas de vino, en cervezas de cereza y en tardes perezosas. Entiendo que ya no quieras (Pero a veces echo de menos) las luces titilantes de las farolas en los meses más cálidos de verano, cada vez que miro, el frío invierno me recuerda que sufrí, por dos, y lo sé, y a la vez no.
Yo te lo dije;
Que no nací poeta, me cortaron las alas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario