viernes, 3 de noviembre de 2017

Alabarda



Su deceso fue provocado por cincuenta puñaladas; cegada por el egoísmo, acabó exiliada, consumida, por el fuego de sus propias llamas.

Alma que se resiente a ser dominada,
alma que no será abatida jamás.
Alma que es fuerte, como ninguna
alma que no vive bajo un yugo
alma que construyó su propio reino
alma que no tendría que haber muerto
alma que bailó bajo la lluvia
como la más hermosa de todas,
que brillaba como ninguna.
Y cegaba;
Con un resplandor tan fuerte
que a la Luna le dio envidia.
Alma que fue llevada al más allá
al igual que la pobre Annabel Lee.
Alma, tú libraste mil y una batallas
conseguiste tu propio altar,
le dijiste adiós a los dioses
para ser la única alabada.
Alma que finó de una estocada:
Alabarda, alabadla
.

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