No me hace falta ninguna.
Esta epopeya la entonan los aedos
estrella brillante, te rozo
con la punta de mis dedos
y corro, detrás de aquel trozo.
estrella brillante, te rozo
con la punta de mis dedos
y corro, detrás de aquel trozo.
Hace siglos, nos unió este hilo
de lana roja, y amor dolido.
de lana roja, y amor dolido.
Cielos plomizos, deshechos
se ciernen sobre los campos
y los cuervos al acecho
sueltan graznidos roncos
de escarlata estampados.
se ciernen sobre los campos
y los cuervos al acecho
sueltan graznidos roncos
de escarlata estampados.
Mi cuello lo adorna una soga,
zarzas que cortan mis brazos
mi boca grita pero se ahoga
y los juegos que dañan mis lazos;
quizá de noche, en sueños
podremos encontrarnos de nuevo.
zarzas que cortan mis brazos
mi boca grita pero se ahoga
y los juegos que dañan mis lazos;
quizá de noche, en sueños
podremos encontrarnos de nuevo.
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