sábado, 26 de octubre de 2019

luces de ciudad



sonríes y te brillan los ojitos



No me dejaste volar,

no tendría que sorprender

que me vaya a estrellar.

Estrellados son tus ojos

que me daban de beber,

estoy hecha un despojo

estoy muerta, ya lo sé.

Me he enamorado de tí

todavía no me has hecho daño

el amor nunca fue ciego

¿tendría tal vez que serlo?

No es más que la muerte;

sólo fue mi ego

agarrando el cuerpo

alrededor de la carne y los huesos

la virgen de tu santo pesebre

se la cura de las fiebres,

se la muerte de las plagas

la piel es suave

para que la dañes

quiero que la dejes marcada

quiero que me dejes ahorcada

en mi tristeza

en las mañanas.

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